viernes, 12 de noviembre de 2010

“TODA CLASE DE PIELES”

Cuentos populares de los hermanos Grimm.
“TODA CLASE DE PIELES”
Había una vez en un lejano reino, un rey y una reina que se habían casado hace poco y estaban muy enamorados. El rey era joven y atractivo;  y la reina era la mujer más bella del mundo. Se querían muchísimo, los dos eran muy felices y  juntos fueron reinando. Pero cuando ya llevaban casi diez años de matrimonio solo tenían un pequeño problema que enturbiaba su matrimonio: no habían podido tener un hijo para ceder al rey en el trono.
Por eso cuando la reina se quedo embarazada y anuncio a su marido la noticia, este se puso tan contento que mando celebrar una gran fiesta en el palacio.
Cuando la reina dio a luz, tuvo una niña; pero la reina comenzó a tener hemorragias que los médicos de la corte no eran capaces de cortar. De manera que la reina comenzó a desangrarse y morirse poco a poco.
Pero antes de morirse le pidió a su esposo, que estaba a su lado cogiéndola la mano, que ella sabía que él se tenía que volver a casar para tener un heredero varón para el trono ya que solo tenía una hija, pero que le pondría una condición. Que se tendría que casar con una mujer más bella que ella. El rey se lo prometió en el lecho de muerte y la reina se murió.
El rey se quedo muy triste y se consolaba con su hija pequeñita
Pasaban los años y el rey seguía triste, echando de menos a su esposa. Sus consejeros le dijeron que tenía que volver a casarse para tener un heredero varón para el trono y así le sucediera.
Al rey no le hacía mucha gracia pero como sabía que era su deber de gobierno, accedió a casarse de nuevo y comenzó a buscar una mujer más bella que su esposa.
Mando que las princesas de todos los reinos mandaran fotos y dibujos al palacio para así poder encontrar a una mujer más bella.
Todas las princesas mandaban sus retratos, idealizados, pero no eran los suficientemente hermosas.
Así que el rey las despreciaba a todas ya que no eran más bellas que su mujer.
Cuando acabo de ver a las princesas, el rey un poco desesperado, comenzó a buscar entre las mujeres de los pueblos, las ciudades… sin encontrar una mujer más bella que su esposa.
Tras unos años, la princesa ya era una adolescente, y un día estando con su padre, este se dio cuenta que la única mujer mas bella que su esposa era su propia hija. Así que como le había echo la promesa a su mujer le dijo a su hija que iban a  casarse.
La princesa, sorprendida por la noticia, no entendía muy bien la propuesta de su padre. Ella le quería  mucho pero no le parecía correcto.
Intento hablar con su padre para explicarle que su propuesta no era la adecuada, pero su padre insistió.
La princesa, agobiada con la insistencia de su padre, le quiso poner unas condiciones para intentar retrasar el enlace.
Le dijo que solo se casaría con el si le traía un vestido tan dorado como el sol, uno tan plateado como la luna y uno tan brillante como las estrellas.
El padre accedió  y llamo a todos sus cortesanos y sabios para satisfacer las condiciones de su hija.
Les pidió que encontraran el hilo de oro más puro y brillante, para hacerle a mi hija un vestido dorado como el sol, el hilo mas fino y plateado de todos para hacerle a su hija un  vestido tan plateado como la luna; y  buscar la manera de conseguir hilo de diamantes para hacerla el vestido tan brillante como las estrellas.
Los sabios se pusieron a buscar el mejor oro, la mejor plata y los mejores diamantes para convertirlo en hilo y hacer los vestidos.
Tras un año, le entregaron al Rey los tres vestidos; el dorado como el sol, el plateado como la luna y el brillante como los diamantes.
Cuando este se los entrego a su hija, la princesa se quedo asombrada al comprobar el poco tiempo que había pasado.
Así que para intentar retrasar el enlace de nuevo, se le ocurrió una ultima idea.  Le dijo que esos vestidos eran de fiesta y ella tenía un capricho. Quería un regalo de compromiso. Ahora le pidió un abrigo compuesto por todas las pieles de los animales del mundo.
El rey aceptó y de nuevo llamo a  sus consejeros para que estos le ayudasen a cumplir ese capricho. Les mando cazar animales por todo el mundo y que le mandaran un trocito de la piel al palacio para poder hacer un abrigo con toda clase de pieles.
Pasaron dos años y el abrigo estaba listo. Era un abrigo muy grande. Llegaba hasta los pies, tapaba por completo a al princesa. Tenía mucho vuelo y una enorme capucha que la cubría la cabeza. Era un abrigo muy raro pero bonito.
El rey se lo entregó a la princesa; y esta al ver que su padre había cumplido todas las condiciones, pensó que se tenía que casar.
El día antes de la boda, agobiada, se metió en la habitación, cogió sus tres vestidos en una bolsa y se puso el abrigo hecho de toda clase de pieles. Solo quedaban a la vista las manos y la cara por lo que se las tizno. Se recogió el pelo y se escapó al bosque.
Las primeras noches durmió en el bosque y pasó mucho frio. Se escondía en los agujeros de los arboles, en alguna cueva que encontraba…
Solo quería alejarse del reino de su padre, pero como no había fronteras físicas, no sabía como de lejos estaba
Ella andaba y andaba, aterrorizada de que su padre pudiese encontrarla.
Un día caminando por un bosque comenzó a oír ruido de perros, caballos, sonidos de espuelas…y se escondió en un árbol tapándose con el abrigo.
La princesa llevaba mucho tiempo en el bosque y estaba muy desmejorada ya que iba comiendo lo que encontraba, estaba sucia porque no se podía lavar salvo cuando se encontraba un rio, olía mal… pero le daba miedo quitarse el abrigo y que se la viese el pelo porque podrían reconocerla como la hija del rey. Ella intentaba llamar poco la atención.
Mientras estaba en el hueco del árbol, uno de los cazadores se bajo del caballo para hacer sus necesidades y observó que había un montón de pieles por lo que pensó que era un animal.
Cuando la princesa escucho lo que el cazador decía, le pidió que no la matase porque era humana. El cazador la pregunto que quien era y ella le dijo que no se acordaba de nada, solo sabia que vivía como un animal asustado.
El cazador la miró, y se dio cuenta que era una niña, que estaba sucia y asustada así que decidió montarla en su caballo y llevarla a un palacio.
Cuando ella llego al palacio se quedo más tranquila, ya que  se dio cuenta que no era el de su padre.
Ella no decía quien era ni como se llamaba. Cuando la preguntaban decía “soy toda clase de pieles”.
Decidieron llevarla a las cocinas para que ayudara al cocinero en los fogones.
Ella, que con su condición de princesas nunca había cocinado, se puso a limpiar, a fregar y aprendió a hacer cosas.
En un principio al cocinero no le gustaba que ella estuviese allí, pero con el paso del tiempo la fue cogiendo cariño y la trataba como una hija.
La princesa, siempre iba tapada con su abrigo para que nadie la reconociese. Se recogía su largo cabello rubio que solo soltaba por las noches para peinarlo porque la gustaba mucho.
Pasaban los días y la princesa vio al príncipe de ese reino, al que miraba desde las ventanas de las cocinas. El príncipe era muy guapo y la princesa se iba enamorando poco a poco.
Ella nunca se había acercado a hablar con el, ya que era una sirvienta.
El caso es que los reyes del palacio decidieron que había llegado el momento de casar al príncipe. Como era costumbre mandaron celebrar unos bailes, que duraron tres días, en los  que el príncipe eligiese entre todas las princesas de los reinos, una para ser su esposa.
La princesa que había estado todo el día trabajando para que la fiesta estuviese preparada, le dijo al cocinero que si la dejaba asomarse para ver el baile.
El cocinero la dijo que si pero la pidió que no tardase y que por favor nadie la viese porque se llevaría una bronca.
Ella muy contenta subió corriendo a su habitación, se lavo la cara y las manos  y se puso el vestido tan dorado como el sol. Cuando bajo al baile y el príncipe la vio, solo tenia ojos para ella.
Estuvieron toda la noche bailando pero cuando el baile estaba a punto de acabar, la princesa le dijo que tenía que marcharse y se fue corriendo. Subió de nuevo a su habitación y se puso el abrigo. Recogió su pelo, se tizno la cara y las manos y bajo a  al cocina.
Cuando llego a las cocinas, el cocinero la regañó porque había tardado mucho tiempo en volver, y el había echo su trabajo quedándose sin tiempo para hacerle la sopa al príncipe; de manera que la dijo a la princesa que hoy  se la hiciese ella.
Ella le hizo la sopa corriendo, añadiendo un ingrediente único: un poco de amor.
Cuando ella escapo de su palacio solo se llevo los vestidos y una cadena compuesta de tres colgantes de oro que habían pertenecido a su madre: una rueca de oro, una devanadera yel anillo de bosa de su madre.
Al terminar de hacer la sopa, se quitó la cadena y echó dentro de la sopa la rueca de hilar de oro.
Subió a la habitación del príncipe, le dejo la sopa y se fue.
El príncipe comenzó a  tomársela, tomársela  y pensó que hoy esa sopa estaba exquisita. Al llegar al final del plato, se encontró una pieza de oro, la rueca, y se extrañó. El pensó que no era posible que una persona que trabaja en las cocinas, tuviese una pieza de oro, un adorno de mujer.
Decidió bajar a las cocinas y preguntar al cocinero. Una vez allí, el príncipe  le pregunto si había hecho la sopa; y el cocinero le dijo que si. El príncipe insistió y el cocinero de nuevo le dijo que si. El príncipe se lo creyó y volvió a su habitación.
La noche siguiente, ocurre lo mismo.
La princesa de nuevo, pide permiso al cocinero para ir al baile y este se lo da; pero esa noche se pone el vestido tan plateado como la luna.
Cuando llega al baile, el príncipe que ya la esperaba, acude a recibirla con mucha ilusión. La dice que porque ha llegado tarde, que donde estaba, que se quede con él, que quiere que sea su esposa…pero de nuevo cuando esta a punto de finalizar el baile, la princesa se marcha corriendo.
Sube a su habitación, se cambia de ropa y baja a las cocinas.
Cuando llego a las cocinas, el cocinero de nuevo la regañó porque había tardado mucho tiempo en volver y  la dijo a la princesa que hoy  también le hiciese la sopa porque le había gustado mucho.
Esta se pone a hacerla y cuando acaba se quita el collar y esta vez echa la devanadera.
De nuevo se la lleva al príncipe, se la da y se despide.
El príncipe se la comió y cuando llego al final se encontró el colgante.
Bajo inmediatamente a las cocinas y pregunto quien había echo al sopa. El cocinero dijo que había sido el. El príncipe se volvió a su habitación.
El último de baile, vuelve a pedirle permiso al cocinero para acudir al baile.
Sube a su habitación, se lava, se peina y se pone el vestido más brillante que las estrellas.
Baja al baile y se encuentra con el príncipe. Pero hoy el príncipe no quiere que se valla porque quiere casarse con ella; asique en un momento en el que la esta entretenido, la pone uno de sus  anillos en el dedo. La entretiene para que no se de cuenta de que se lo ha puesto.
Siguen bailando y cuando esta a punto de acabar, de nuevo la princesa sale corriendo y se va.
Pero esta noche era más tarde porque el príncipe la había retenido, de manera  que cuando llego a la habitación se puso directamente el abrigo de toda clase de pieles encima del vestido, se recoge el pelo y se tizna, de mala manera, las manos y la cara dejando al descubierto parte de los dedos.
Bajo a las cocinas, preparo la sopa del príncipe y se la llevo. Cuando llego a la habitación,  el príncipe paso por detrás de ella y cerro la puerta. La dijo que hoy prefería que se quedase y se llevase el plato cuando terminase. Esta vez la princesa se lo había jugado todo, había echado en el plato de sopa el anillo de oro de boda de su madre, claro símbolo de compromiso.
El príncipe comenzó a  tomarse la sopa muy despacio, diciéndola que buena está,  que bien cocina últimamente el cocinero…
Al llegar al final del plato, se encuentra el anillo y dice “que curioso, ayer encontré una medallita, antes de ayer también y hoy me he encontrado este anillo”.
El príncipe comienza a acercarse a ella mientras la pregunta si ella sabe que es eso. La princesa, que es una sirvienta y no puede mirar a l príncipe a la car ni contestarle mueve la cabeza.
El príncipe que lleva el anillo del plato en la mano, coge su mano y la dice que es el compañero del que ella lleva puesto en el dedo.
Él, la dice que sabe que ha estado escondida en las cocinas pero que también sabe que no es una fregona, porque ninguna fregona del mundo tiene esa cara y ese pelo. La quita el abrigo y la dice que no quiere saber quien es ni de donde viene, si es rica o pobre pero que solo  quiere casarse con ella.
La princesa acepta y se casan, siendo muy felices.
¡¡¡Y colorín, colorado este cuento se ha acabado!!!!

Recogida y adaptada por Luz Gutiérrez

sábado, 6 de noviembre de 2010

Reflexion Bloque I

En este primer bloque introductorio hemos trabajado con palabras claves para el desarrollo de la asignatura de literatura infantil.

Además, este bloque lo hemos desarrollado a través de una actividad grupal  realizada en clase, en la que basándonos en nuestros conocimientos previos debíamos dar las definiciones de una serie de palabras dadas por la profesora.


En un principio, la actividad parecía bastante sencilla, pero nos sorprendimos cuando nos pusimos manos a la obra. Palabras tan aparentemente sencillas como literatura, literatura infantil o biblioteca de aula, que todos parecíamos entender, nos dieron quebraderos de cabeza;  porque las utilizamos en un contexto sencillo y entendemos su significado pero no sabíamos como expresarlas con términos de definición.

Todos terminábamos haciendo alusión a asignaturas anteriores como lengua castellana o lengua y literatura para intentar sacar una definición mas o menos completa...pero no era del todo correcto; ya que debíamos basarnos en este nueva asignatura.

Aprendí a diferenciar términos que parecen muy similares pero tienen connotaciones que los hacen diferentes; y por ello hay que utilizarlos en diferentes momentos.

Me llamó la atención la diferencia entre el texto de autor y el texto folclórico. El primero tiene una autor que lo ha firmado, ya sea conocido o no, y por ello hay que mantener la forma y el mensaje tal cual lo plasmo su autor; y el segundo, sin embargo, no tiene autor; ya que el autor seria el propio pueblo que a través del boca a boca y de generación en generación ha ido pasando y por ello han sufrido cambios y adaptaciones.

También he aprendido la diferencia entre cuentacuentos, narración con libro y  lectura ya que pensaba que eran palabras semejantes y no es así. Dependiendo del término lo podremos utilizar en uno u otro momento para que tenga el mayor efecto. Ya no solo para utilizar el recurso como maestra sino como futura madre, tía, prima... ya que pienso que es muy útil.

En resumen, me ha gustado realizar esta actividad y tener que rebuscar en mis conocimientos previos; ya que me ha parecido una forma dinámica de introducir una asignatura en la todos hemos tenido que ser participes de las nuevas estructuras que hemos creado.