lunes, 31 de enero de 2011

Reflexión Bloque IV

Bloque IV: FORMAS DE COMUNICACIÓN LITERARIA
En realidad lo que queremos decir con el titulo del bloque es que los niños accedan a  la literatura infantil como algo gratificante.
Entonces, ¿cómo podemos hacer participes a los niños de infantil a la literatura?
Nosotros, como adultos, cogemos la literatura y la leemos; pero para ellos este método no es valido. Los niños de infantil no tienen esa autonomía para leer y es tarea de los adultos comunicar los textos literarios.
En educación infantil, los niños no pueden acceder por si solos a la literatura; pero si a los libros. De esta manera observan las imágenes y te dicen que les gusta mucho.
En realidad les gusta el contenido y el acto de narrar, acompañado de afectividad.
Además en infantil (en muchas ocasiones contagiados por la primaria) cada vez se busca mas que todo aquello que hacemos en el aula tenga un objetivo didáctico; sin pensar ene l disfrute del niño como un objetivo valido en si mismo.
En el libro “como una novela”, de Daniel Pennac  se habla de todos los estadios por los que pasa una persona desde que nos acercamos a la literatura hasta que te obligan a leerte un libro y no te gusta.
Es una situación escolar difícil, ya que un niño debería salir de la primaria con el gusto de leer,  esa obligación hace que terminen odiándola.
La lectura requiere un entrenamiento  constante. Primero infantil, luego juvenil y finalmente literaria.
¿Cómo podemos trabajar los textos en el aula de infantil?
·         Se pueden hacer preguntas. Por poder, si podemos, pero el niño hasta que interioriza el cuento, necesita varias lecturas. Va a ser el mismo él que va a preguntarte.
·         En otras ocasiones es el propio niño el que te dice que no le cuentes ese cuento porque es un rollo y se aburre, por lo que lo tiene totalmente interiorizado.
La primera vez que contemos un cuento, tiene que ser como un regalo que tenemos para los niños. Hay que provocar una sensación de placer y gusto por el cuento. Como única pregunta a realizar la primera vez que leemos un cuento debe ser si les ha gustado o no (siendo una pregunta subjetiva).
·         Otras preguntas muy buenas serian relacionadas con los personajes de la historia.
En definitiva lo importante es realizar preguntas subjetivas en las que ningún niño pueda sentir que se equivoca.
Para realizar preguntas más didácticas, debemos esperar al menos a la tercera lectura, para que sean capaces de interiorizarlo.
Otra cosa que no se debe hacer es que lo explique el profesor, porque haces al niño dependiente y no le dejas interiorizarlo por si mismo.
Nosotros como maestros, no podemos, ni debemos  hacer el aprendizaje por los niños porque no serviría para nada. Cuando el punto de vista del niño no sea como el nuestro, no debemos decirle que esta “mal” sino preguntarle porque ha entendido eso.
Las estrategias son:
1.      Cuentacuentos: Es la estrategia estrella.  Consiste en que una persona narre un texto sin libro, aunque se pueden emplear elementos cercanos al cuento. El niño como enfoque solo tiene nuestra palabra., por lo que esta estrategia trabaja mucho la imaginación. Recordemos que siempre es importante para los niños.
Es muy importante trabajarla ya que en nuestra sociedad todo esta en imágenes. Los niños pueden acceder a ellas en cualquier lugar y momento.
Por ello, los niños van a perder la imaginación porque todo lo ven (en películas, dibujos…), en lugar de escucharlo.
Acompañado por supuesto de la creatividad, la comprensión oral…

2.      La lectura: hace referencia ala lectura literal del texto. Si hay palabras que no van a comprender, podemos explicarlo antes de leer el cuento o dejar que el niño piense lo que puede ser y luego entre toda clase hagamos un pequeño debate y saquemos conclusiones (realizando hipótesis y extrayendo conclusiones).
Se puede cambiar una o dos palabras del cuento; pero no más porque es un texto de autor y hay que respetar el contenido. Debemos saber escoger el cuento adecuado.
Esta estrategia trabaja como modelo de lectura. Si el  niño tiene que aprender a leer, necesitará un modelo que le enseñe; al igual que cuando aprende a hablar.
El cuento infantil que escojamos debe ser cortito.
Se pueden enseñar las imágenes de dos maneras diferentes:
            -Leemos una página y enseñamos las ilustraciones. Corta la lectura, pero contextualizan lo que han oído.
            -Leemos el cuento entero y después enseñamos las ilustraciones.
Con ambas ilustraciones se trabaja la paciencia, aunque se refuerza más con la segunda.
            Para mostrarnos un ejemplo de lectura, la profesora escogió “un príncipe algo rarito” de Fernando Lalana, que me sorprendió mucho.
3.      Narración con libro: contar la historia (no leerla) enseñando las imágenes. Se deben utilizar nuestras propias palabras. La narración con libro, permite interactuar con los niños durante y después de la narración.
Es la estrategia mas adecuada para los niños de primer ciclo de educación infantil; aunque también les gusta a los de segundo ciclo.
No quiere decir que al enseñarle las imágenes sean porque no tiene imaginación sino porque aun no poseen referencias suficientes.
En esta ocasión utilizó “adivina cuánto te quiero”, en formato de aula.
Hay que tener en cuenta:
-La interactuación durante el cuento se pude realizar en la narración con libro y el cuentacuentos; pero no el la lectura porque no procede.
-Utilizar la expresividad pero sin pasarse, no exagerando, hablando alto, despacio y con diminutivos.
-Cambiar la voz de los personajes en la narración con libro y el cuentacuentos, no en la lectura. Aunque hay que tener en cuenta que no se debe hacer cuando haya más de tres personajes porque se termina confundiendo.
No hay razón objetiva para que a los niños de infantil se les cambien las voces. Podemos tener razones subjetivas como para entretener, por meterlos en el papel…
4.      Narración dramatizada: al realizarla se hacer gestos pero sin llegar a ser una representación teatralizada, porque no hay actores. En esta narración se les pide a los niños que participen imitando los gestos que realizamos.
La narración dramatizada aporta que los niños interioricen el papel y se metan en la historia. Se sienten mas identificados y es muy dinámico.
Para esta estrategia utilizo “pequeño tigre” de Julie Sykes y Tim Warnes.

5.      Declamación: consiste  en recitar, decir un poema de forma expresiva. Pero es muy importante no utilizar el “tonillo”.
La mayor parte de los poemas que se trabajan en educación infantil son narrativos o son “flashes” de momentos, pero siempre algo real.
La poesía cuenta una historia, y lo ideal, es recitarlo de manera natural, sin tonillo.
En clase vimos  “enanitos” de Germán Verdiales. La profesora nos lo contó con gestos e intriga pero sin utilizar el típico tonillo.

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