lunes, 31 de enero de 2011

Reflexión bloque V

Durante este penúltimo bloque quinto hemos vuelto al término rincón de lectura, que ya tratamos en el bloque I. Además hemos hablado sobre la importancia que tiene la animación a  la lectura y como desarrollarla.
 Primero deberíamos tener claro lo que es un rincón de lectura; entendiendo por ello que lo  ideal es que este concepto esté relacionado con la distribución espacio-temporal que sitúa a la clase por rincones. Este espacio debe estar bien ambientado y sobre todo organizado, para cubrir las necesidades de los alumnos
A diferencia de la biblioteca de aula es un lugar físico del aula, que se encuentra al alcance de los educandos y que está destinado al almacenaje de libros con el fin de que puedan ser manipulados, leídos... incluso llevados a casa. Dicho lugar debe estar acondicionado a la edad, a las necesidades y a los intereses de los sujetos de dicho aula.

Por eso, lo mejor es tener un rincón dedicado exclusivamente a la lectura, estando siempre colocado, actualizado y a total disposición de los niños, donde puedan coger los cuentos, leerlos, tocarlos… (Y con los objetivos didácticos, claro).
Cuando digo que  este rincón debe estar ordenado y colocado, no quiere decir que  tengamos que estar todo el día detrás de los niños colocando cada libro en el mismo lugar en el que estaba, y  repitiendo una y otra vez la palabra “cuidado”.
Lo que quiero decir es que ante todo debemos ser sensatos. Todos tenemos en nuestra casa alguna estantería que ejerce de biblioteca y en la que cada uno lleva su propia organización personal, que depende de lo que mas utilices, de tamaños, de temas…
En cuento a ordenada, implica que lleve un orden con gomet o con algún distintivo (colores, pegatinas…)  para que los niños, de forma autónoma e independiente, puedan coger los libros y luego volver a colocarlos.
Es importante que les dejemos participar; ya que si  nunca dejamos que los niños lo hagan por sí mismo, no conseguiremos que se hagan independientes sino que serán dependientes de nosotros.
En referencia a se mancha, se rompe…ten cuidado; debemos ser flexibles porque al fin y al cabo son niños, y nosotros mismos seguro que en alguna ocasión hemos deteriorado o manchado algún libro sin mala intención. Lo que debemos hacer es hablar con ellos y proponer  entre todos unas normas de cuidado de libros y biblioteca.
Si con esta biblioteca queremos crear un hábito de lectura y no dejamos que los niños toquen los cuentos, ¿podremos conseguirlo? Pues no, debemos dejarlos que investiguen, ojeen, lean libros para que consigan crear un hábito.
 En el rincón de lectura, los maestros y maestras tienen que poner  toda su creatividad, su imaginación y sus conocimientos académicos, ya que la gestión y administración del rincón de lectura dependerá del maestro-tutor.
Podemos  saber de dónde surgió la idea de “rincón de lectura”. Este concepto surge de la LOGSE (1990). Hasta ese momento no había habido ninguna legislación en la que se hablara del uso de este rincón en el aula, aunque sabemos que los libros llevaban tiempo en las aulas.
La función principal del rincón de lectura es el acercamiento emocional y afectivo, teniendo en cuenta que somos maestras de educación infantil y que nuestros niños tendrán siempre entre 0 y 6 años. Este acercamiento debe ser gratuito en cuando a que es un tiempo para el disfrute, y que además, poco a poco, se adquiere el hábito lector, que era uno de los objetivos a conseguir.
Para que se de este primer acercamiento, la literatura es la que cumple con todos los aspectos; aunque tienen que ser del interés de los niños. Por eso debemos conocer sus gustos y aficiones, así como las modas.
Otros objetivos que se propone el rincón de lectura es crear un hábito lector,  poder manipular y disfruta de los libros y que se diviertan con ellos. Que los niños sepan que leer es muy divertido, muy gratificante y que provoca muchos y muy diversos sentimientos

Los aspectos que tenemos que tener en cuenta para un buen rincón de lectura son:
  1. Edades de los niños
Debemos tener en cuenta la psicología infantil, y pensar que en una misma clase hay niños que casi se llevan un año de diferencia, siendo su maduración y desarrollo diferente; porque recordemos que cada niño es único y diferente, así como sus intereses y motivaciones.
Y como no olvidar que no debemos estancarnos porque nos haya funcionado bien una colección de libros durante un curso, ya que en el siguiente, aunque los niños tengan la misma edad, cada grupo de niños es diferente y tienen preferencias literarias distintas. Por supuesto en esto se aprende con los niños y con la experiencia.
  1. En una biblioteca de aula tenemos que tener:
-          Revistas para prelectores (caracola, witch, etc.)
-          Álbumes de imágenes
-          Libros juguete
-          Libros con letras
-          Libros de tela
-          Libros de baño
-          Libros manipulables
-          Libros de actividades
-          Libros para tocar y oler
-         Libros de contenidos (dinosaurios, mamíferos, insectos, etc.)
  1. El espacio se organiza teniendo en cuenta:
Los libros que están en el aula deben de ser de préstamos durante el fin de semana, aunque también se pueden utilizar dentro del aula.
Durante el primer ciclo de infantil, de 0 a 3 años, serán los padres de los niños los encargados de los libros, de llevárselos y devolverlos al aula.
El rincón de lectura debe ser amplio y  tener espacio para que los niños puedan sentarse a leer, siendo una zona de fácil acceso para ellos y  muy luminosa. Si queremos que los niños puedan coger  los libros de forma libre y autónoma, las estanterías no pueden ser muy altas, ya que de  ser así, los niños tendrán que pedirnos los libros y no les hacemos ningún favor, porque dependen de nosotros.
La biblioteca de aula tiene que estar dotada de libros, más o menos 2 o 3 por cada niño. Si tenemos más libros, lo que podemos hacer es  guardarlos e ir sacándolos dependiendo del momento como novedades en nuestra biblioteca.
Se que para comenzar quizá sea una cantidad elevada pero se pueden conseguir libros de diversas maneras:
            -Podemos utilizar los que  tenga la escuela y nos proporcione.
            -Podemos pedir que los niños traigan libros de su casa para dejarlos allí un tiempo
            -Podemos acudir a la biblioteca municipal a coger libros prestados. Esta última opción me parece muy interesante  porque podemos habituar a los niños a acudir a una biblioteca, tener un carnet, unas normas, unas obligaciones…
Si queremos hacer que los niños sientan la biblioteca como suya, debemos cederles el protagonismo a los niños. Podemos dejar que sean ellos los que la organicen, ayudando a los niños a colocarla.
Los libros tienen que estar ajustados a su edad y a sus intereses. Los ajustes en la edad de los libros son variables, dependiendo de la editorial, el autor; pero quizá a nuestros niños les gusten.
Hay libros que tienen mucha letra y menos dibujos, y sin embargo, les gusta mirar las imágenes realistas y las fotos que se incluyen. Y sin embargo, habrá otros que los niños nos digan que son para pequeños y bebes.
Como vemos, es cuestión de adaptarnos a los niños e interesarnos en saber que les gustaría tener en el aula. Debemos conocer a nuestros alumnos.
Gracias a la biblioteca de aula los niños aprenden a cuidar los libros que no son suyos. Si desde bebés se trabaja, puede ser que algún libro se estropee, pero los niños aprenden enseguida a respetar y cuidar los libros.
El ambiente del rincón de lectura debe ser cálido y motivador para los niños, que son los que van a usar este rincón. Debemos interesar a los niños con los cuentos que les vamos dejando en la biblioteca, y está muy bien que sepamos las diferentes técnicas que hay para animar a los niños a la lectura.
Este rincón debe estar ordenado y limpio, por lo que los niños deben comprender que no es el lugar indicado para comerse el bocadillo encima de un libro, por ejemplo. Hay normas que los niños deben tener claras, y el orden y la limpieza será exigido a los niños, ya que son los protagonistas y los responsables. Podemos marcar responsables de este rincón diarios o semanales, que les encanta ser encargados de cosas y hace que se sientan “mayores”.
Se pueden hacer actividades de animación a la lectura. Como maestras y, con las sesiones de literatura infantil que hemos tenido en la carrera, seguro que ideas no nos faltan.
Todo esto va a ir creando en los niños que adquieran costumbres con respecto a los libros, sus cuidados, el orden y las ganas por leer y disfrutar con los libros.
Hay muchos tipos de bibliotecas para tener en el aula. Dependerá del espacio con el que contemos para poder tener un tamaño mayor o menor
Los componentes para trabajar  en un rincón de lectura deberían ser los mismos que los adultos
Estos componentes deberían fomentar la lectura, obteniendo un hábito.
Uno de los complementos fundamentales en el rincón de lectura (para segundo ciclo de infantil) seria el tener un carne de biblioteca, que les de responsabilidad a los propios niños.
El carne se puede hacer de diversos modos: de colores, con plantillas con su foto y nombre, que lo dibujen los propios niños, plastificado…
El proceso de hacer el carnet generalmente lo lleva  acabo el maestro, apuntando quien y que libro se lleva cada uno a casa. Para facilitar el trabajo y dejar que los niños colaboren en el proceso se puede acompañar el  libro con una fotocopia de su portada y adjuntarlo al carnet para saber quien se lo lleva.
Otra opción es fotocopiar la portada del libro, colgarla en un cocho y que le propio niño al elegir que libro quiere llevarse, pegase su carnet encima con velcro.
De este modo se mostraría quien se lleva el libro, pudiendo realizar un buen control por parte del maestro y dejando que los niños tengan participación y se sientan responsables.
Es muy importante llevar un orden y dejar elegir a los niños de manera individual y propia; ya que eso les ayuda.
Al comenzar la primaria, después de leer un libro, deben realizar una ficha de comprensión lectora, en realidad es una ficha de contenido. Al principio son más sencillas y luego más complicadas y aburridas, haciendo que a los niños no les guste leer.
El ministerio propone que se rellenase una ficha valorativa, es decir, subjetiva que no fuera de comprensión lectora  porque eso lo muestran en los libros de texto. En esa ficha el niñ@ puede dar su opinión y no sentir que puede equivocarse.
Esta ficha de valores puede ayudar a otros niños a elegir un libro que ya ha gustado a otros compañeros suyos.
Ejemplo de ficha valorativa (2 o 3 años):


                   
En esta ficha deben poner su nombre, colorear, escoger o poner un gomet sobre la carita indicando el grado de satisfacción al leer el libro; realizar un dibujo sobre la historia y además observa la portada del libro que ha escogido pudiendo identificarlo.
Estas fichas se cuelgan en un corcho para que el resto de niños, incluso el profesor, puedan observar que libro es el que mas les ha gustado.
Esta valoración no es muy crítica, ya que casi todos los niños ponen el gomet verde o pintan la cara de mucho. También depende mucho del uso que se ha dado al libro durante le fin de semana. Si los papás se han involucrado y lo han leído con el niño, si tan siquiera lo han sacado de la mochila…
Para niños un poco más mayores, de 4 y 5 años, la ficha valorativa debe ser más abierta y flexible.
La animación a la lectura surge  partir de la LOGSE, por la necesidad de cambiar los hábitos y gustos por la lectura de los niños. Antes de la LOGSE, se daba una lista de libros obligatorios que el niño tenia que leer.
Fue a partir de la LOGSE y hasta el momento, cuando esa lista de libros obligatorios se quito, proponiendo el Ministerio una lista de sugerencias con libros partiendo de los contenidos curriculares.
Por eso al principio, ni el profesor ni el niño podían elegir libremente lo que se iba a leer. Sin embargo ahora el maestro, coge la lista de sugerencias; y conociendo a sus alumnos elije los que son más adecuados para estos.
En la actualidad el maestro tiene autonomía propia para elegir libremente los libros infantiles y juveniles que se quieren tener en el aula.
La animación lectora esta mas enfocada a niños que ya saben leer y deben leer para mejorar su comprensión lectora; además de hacer actividades que ayuden a mejorar.
Al niño que no le guste leer no le puedes dar ladrillos de libros que no motiven. Nosotros debemos proponer diferentes libros a los niños y explicárselos un poco (su contenido) para que el niño pueda escoger. La animación lectora debe presentar el libro y animar a los niños para que tengan ganas de leer y tenga un sentido.
En educación infantil no se realiza animación lectora en sí; pero si podemos aplicar pequeños matices que hagan que los niños comiencen a  interesarse por la lectura.
Nosotros ante un libro nos fijamos en primer lugar en la portada (imagen y diseño) sobre la que realizamos una hipótesis previa acerca de si nos gustará o no.
Después en el titulo encontramos información; aunque en  infantil como no saben leer se lo leeríamos nosotros. Como adultos podríamos seguir pero en infantil al no saber leer por si solos, pararían antes.
La animación a la lectura se fundamenta  en presentar los libros a los niños de una forma atractiva y creando autonomía, para que ellos mismos sean los que tengan la posibilidad de elegir.
En que se basa un niño para elegir un libro:

1.      Portada. Al mostrar la portada los niños ya comienzan a  imaginar y hacer hipótesis sobre que tratará el libro.

2.      Textos y títulos
El libro que utilizamos fue “un dragón color frambuesa” como se ve en la portada es algo diferentes; por lo que comenzamos a realizar hipótesis: “será una chica”, “o un dragón chico que se vista de rosa”, “será afeminado”…

3.      Temas en relación a sus gustos y aficiones.  En esta ocasión,  la profesora nos mostro el “diccionario de imágenes de las brujas y las hadas”, pero sin mostrarnos la portada, para ver si sabríamos decir de que va. En la imagen se observaba una mansión encendida, con una luna y una silueta en negro de una bruja con su escoba.

                                         
4.      Formato. Siendo para infantil principal, no suele influir directamente en la animación lectora.
5.      Personajes, con lo que el niño  pueda identificarse y sentirse como él.
 En esta ocasión la profesora nos conto “Si Sofía…”, en la que debíamos imaginarnos a los personajes para ver si nos identificábamos con ellos como harían los niños. Como el cuento era un encadenado y presentaron a Sofía recogiendo zanahorias, enseguida casi todos, pensamos que era un conejo, aunque otros pensaron en que era  una niña…siendo muy divertido el resultado.
Antes de leer un libro puedes crear un lazo afectivo entre el personaje y el niño.

En fin, espero que al igual que a mí, este tema os haya gustado y enseñado nuevas cosas para poner en practica en el aula. Gracias Irune.

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