lunes, 3 de enero de 2011

Reflexión personal del bloque III


En este bloque tratare los textos de autor. Son textos literarios de autor, conocido o desconocido, con un estilo propio definido. Sus contenidos están sujetos a derechos de autor, por lo que no se puede cambiar o adaptar el contenido, sino que hay que respetarlos tal cual, a  diferencia de los textos folclóricos que si permitían esa adaptación.
Debemos respetar tanto la forma como el contenido, no se debe adaptar ya que su autor lo ha escrito así; y por ello debemos escoger buenos libros para nuestra clase.
Por ejemplo, si nunca hemos leído el Quijote, y otra persona nos lo cuenta oralmente, no hemos leído el Quijote peri si podemos decir que sabemos de que va.
Si encontramos buenos libros, bien escritos, no hay que intentar adaptarlos ya que tiene una forma y estilo definido.
Lo ideal en los textos de autor es mantenerlos tal y como están escritos por sus autores.
El mercado literario infantil es muy dinámico. Generalmente, se saca una edición y nunca más se vuelve a repetir, salvo excepciones de libros buenísimos reeditados una y otra vez.
Como maestros de infantil, debemos saber seleccionar bien los libros para nuestra clase, teniendo en cuenta la diversidad de los niños.
No existían libros destinados a la infancia, pero cuando surgió la necesidad de cuidar a los niños (guardería) porque las mamas comenzaron a integrarse en el mercado laboral, los escritores se dieron cuenta del gran perfil que se había creado y comenzaron a escribir libros destinados a esa edad (a partir de 6 años).
En el siglo XVIII se abrió el campo de la literatura infantil y juvenil. Pensaron que cuando los niños comenzasen a leer, no tendrían temas que les interesasen; y por eso en el siglo XIX comenzaron a escribir libros que interesen a los niños.
Julio Verne, comenzó a escribir literatura juvenil (viaje al centro de la tierra, vuelta al mundo…) que era lo que se leía.
Esta literatura se fue extendiendo y amplio el campo de edad hasta los 7-8 años (correspondiente a la serie azul-naranja del barco de vapor).
Hasta después de los años 60, no se empezó a tener en cuenta al grupo de población menor de 7 años; que o no leía, o leía muy poco. De manera que se comenzó a utilizar la letra grande para los golpes de vista.
No es hasta los años 90 cuando se da el boom de la literatura infantil para niños entre 0 y 7 años. Aparecieron los álbumes de imágenes en los que la ilustración es tan importante como el texto, ocupando más lugar, con un tamaño más bien grande y siendo muy buenas.
Aparecieron los ilustradores, a los que se buscaba en el libro además del autor. Por ejemplo Rebecca Dautremer, ilustradora francesa muy reconocida que ilustro libros como “enamorados”, “princesas” o “cyrano” entre muchos otros. Os dejo algunas de sus imágenes,  aunque tiene un blog (en francés) que no deja indiferente a nadie.
 

No porque sean niños pequeños hay que darle peor calidad al texto. Un autor de literatura infantil, no tiene solo que ser buen escritor sino que tiene que tener un conocimiento amplio y profundo de los aspectos psicológicos y evolutivos del niño.
Saturnino Calleja, ya citado en el bloque anterior, era dueño de una editorial. Hizo libros de kiosco, muy baratos y con peor calidad para que fueran más económicos y accesibles.
En general los cuentos de Calleja, tienen la misma estructura. Un niño/a hace algo muy mal, por lo que le pasa algo malo que le hace recapacitar y mejorar para hacerlo muy bien. Son cuentos moralizantes.

Saturnino tuvo en su mano el mercado de literatura infantil hasta los años 20. Después vino la Guerra Civil española y Bruguera le tomo el testigo; aunque también apareció Molina.
Los libros de Bruguera surgieron como imitación de los de Calleja. Eran un poco más grandes, con mala calidad e ilustradores no conocidos. Eran libros en blanco y negro, comprados por niños de clase media/baja.
Entre los años 40 y 70, apareció la editorial Araluce. Encuadernado ya con pasta dura, en blanco y negro salvo las imágenes y con mejor papela  color lo que subía su precio.
La Iglesia tenia mucha importancia tras la posguerra por lo que también hacían literatura infantil para evangelizar: niños santos, mártires…
En la literatura adulta, desde la edad media, podemos encontrar reflejo de las personas reales.
Los personajes de la literatura folclórica son planos, es decir, que no tienen volumen y se les define por dos características.
Por ejemplo, Blancanieves es guapa y buena, la madrastra es guapa y mala; el resto de percepciones las realizamos a través de inferencias.
La primera literatura infantil en España, el principio folclórica, introducida por Calleja y el padre Coloma, mostraban personajes planos (imitando a la literatura folclórica).
Mantenían los estereotipos de niños y personajes planos, de forma que el niño no podía identificarse con el personaje, salvo que esa identificación la hiciese un adulto.
Esto fue así en España hasta finales de los años 30, cuando aparece una figura muy importante: Elena Fortun; más abierta y evolucionada desde el punto de vista literario.
Elena Fortun creó un personaje e hizo un libro, que se hizo tan famoso que escribió varios libros.
Ese personaje era una niña rubia, de 6 años, traviesa pero con gran corazón llamada Celia.
 


Criada en una familia de clase alta, estudiaba en un internado para niños ricos. Es una niña real, con miedos y curiosidades de una niña de 6 años.
No es para nada un personaje plano, por lo que los niños si pueden identificarse.
Esto no era lo normal, los personajes de los libros no crecían ni evolucionaban; sin embargo Celia si crecía y así los niños podían seguir su evolución.
Más tarde Elena Fortun, creó un libro con el hermano de Celia como protagonista para que los niños también tuvieran un personaje real a quien seguir. Este se llamaba Cuchifritin.
Después de la guerra civil española; la radio salió muy reforzada como medio de comunicación, superando incluso a la  prensa.
La radio cogió el papel de entretenimiento, además de informativo. Cada hora se daba la información pero entre medias, se contaban chistes, novelas, series para hombres y mujeres, seriales de niños…todo con finalidad de entretenimiento.
Por ejemplo las series radiofónicas como Matilde, Perico y periquín, Antoñita la fantástica…
   


Siguiendo con el modelo de Celia, apareció el primer comic “Mari Pepa”, que es una madrileña, con dos hermanos José Antonio y Santi. Para niños estaba “el coyote”, “el zorro”…
 


En los años 60 y 70, los ilustradores ya tenían mucha fama, y el más conocido era Juan Ferrándiz. Además aparecieron las tarjetas de cuentos para fomentar la lectura infantil.
Bueno como he dicho, Celia fue el primer personaje real, que no era plano, es decir, crecía y evolucionaba y los niños podían identificarse. Las cosas que la suceden son reales.
Sin embargo Harry Potter, no es un personaje real, por las cosas que le pasan, pero el personaje en sí, si que es real; es un niño de 10 años, huérfano que se tiene que ir a estudiar a un colegio. Harry Potter va evolucionando y creciendo hasta que llega a la adolescencia, reflejando sus problemas y rebeldía.
Por todo ello los lectores pueden identificarse con el personaje en su parte real; y no en la fantástica.
En realidad nosotros cuando somos pequeños queríamos “ser como” la Cenicienta, La bella, la Sirenita… no identificarnos con un personaje.
Nosotros como niños solo podíamos identificarnos con otros niños de nuestra edad, por lo que no podíamos identificarnos con la Sirenita, Bella o Blancanieves…porque representan adolescentes de 13/15 años.
Entonces los niños pequeños quieren “ser como” alguna princesa o héroe porque les gusten sus trajes, sus amigos, su pelo, su casa…
La teoría de la literatura dice que los libros que más nos gustan son en los que nos identificamos con el personaje, no de manera física, sino en lo que sienten y padecen en ese momento.
Por ello los libros que tratan de temas adolescentes, son muy recurridos para que los jóvenes se identifiquen con los personajes; ya que todos pasamos por esa etapa que tiene unas características concretas. Como lector te puede pasar solo con una de las características pero ya te sientes identificado.
Otra de las cosas que hacen el éxito de la identificación, es que los personajes de alrededor del protagonista sean parecidos a los que a ti te rodean y los identifiques. Por ejemplo que la mama del protagonista sea estándar y diga frases típicas de madres hace que te recuerde a la tuya propia y la identifiques.
¿Cómo son los niños en la literatura de autor infantil en los años 60?
En la literatura de los años 60 hay una revisión de cómo tienen que ser los personajes, llegando a la conclusión de que tienen que ser mas cercanos y reales para que sea mas fácil la identificación.
Los rasgos que marcan el momento del protagonista deben ser reconocidos por el lector y  que se sienta identificado.
El niño protagonista tiene una evolución paralela a la del niño lector, de manera que si el protagonista crece, acompañe el crecimiento real del lector.
                               Niño lector/ evolución paralela*/ Niño protagonista

                *Evolución paralela es psicológica, vocabulario, contexto, intereses…
El claro ejemplo fue Celia y Antoñita la fantástica.
En definitiva busca una evolución real, quizá no de sentimientos, sino de situaciones.
En el cuento del elefante azul, este se pierde y su mamá no le encuentra. El niño se identifica, no con el elefante azul, sino con la circunstancia que le ocurre porque el lector seguramente también se haya perdido en alguna situación.
La literatura de los años 60 de autor, sigue siendo moralizadora con carácter didáctico. La acción recaía directamente sobre el niño: pórtate bien, no desobedezcas, no te pierdas, estudia…
En la literatura folclórica los personajes se dividen en dos tipos: buenos y malos. Sin embargo en la realidad, este límite no es tan claro, en ocasiones somos malos y en otras somos buenos. No tenemos un comportamiento dual y no podemos clasificarnos en buenos o malos.
Los personajes de los cuentos de autor son más complicados frente a los folclóricos que son planos.
Los personajes de autores infantiles y juveniles tienen características o actitudes negativas.
Extrovertido                                                                     positivos            
                               Abierto                                                                               cerrados
ACTITUDES        objetivo                                              ACTITUDES         egocéntricos
POSITIVAS         activo                                                   NEGATIVAS        hipersensibles
                               Optimista                                                                          descontento
                               Alegre                                                                                 tímido

Las actitudes positivas llevan a una vida agradable y feliz (ayudan al niño) y las negativas, aquellas que llevan a una vida más infeliz.
Estas actitudes hay que intentar orientarlas hacia lo positivo en edades tempranas ya que la personalidad se forma a los 11/12 años.
Siempre es mejor tener actitudes positivas que negativas; ya que estas te mejoran la vida.

Como conclusión podemos ver que con los cuentos de autor destinados a niños, los lectores podrán sacar más conclusiones y actitudes positivas.
Cuando en un libro sale algún protagonista con aspectos negativos, antes de finalizar la historia, han cambiado a aspectos positivos, con ayuda de amigos y otros niños.
El problema de la literatura infantil es el mercado porque es muy cambiante y dinámico,  por lo que volver  a encontrar un libro de antes es muy difícil.
La idea importante, es saber seleccionar bien los cuentos para  nuestra clase de infantil. Aunque el problema es lo que te encuentras en tu aula, libros muy viejos (en cuento a edición) u otros pintados y rotos aunque sean ediciones mas nuevas.

¿Cómo podemos seleccionar un buen libro de infantil de autor?
Los libros folclóricos pueden ser adaptados para nuestra clase, dependiendo del niño; incluso puedes cambiar el final si no es adecuado.
Sin embargo; en la literatura de autor para infantil, lo adecuado es seleccionar el libro porque no se puede adaptar, hay que mantenerlo.



Por lo que para escoger un cuento infantil y comprobar si es adecuado a las características y maduración de los niños a los que va a ir destinado, debemos realizar un análisis.
En dicho análisis nos debemos fijar en diferentes aspectos como la portada, el texto, el receptor, el emisor, el tema, la estructura, el espacio y tiempo, las ilustraciones, el lenguaje y los valores y contravalores.

1º.    Portada: debe ser llamativa y adecuada a la edad de los niños; es decir, respetando la psicología del niño. No utilizar dibujos demasiado abstractos o demasiado realistas que puedan confundir al  niño. El autor debe mostrar que conoce la psicología del niño, a  la hora de escoger tanto las lustraciones como el texto.
Seria muy adecuado que los libros de nuestra clase, tuviesen un tamaño más bien grande; para que a la hora de realizar la lectura todos los niños lo vean bien.

2º.    Receptor: seria la edad adecuada a la que va dirigido ese cuento. De nuevo se tiene que tener en cuento al niño, sus características, su psicología…pero también su motivación e intereses.
Desde los 1-2 años se puede hacer narración con libros, aunque utilicemos nuestras propias palabras y luego mostremos las imágenes. Mas tarde, en el primer ciclo de primaria ya lo contaremos de manera literal, mostrando las imágenes y haciendo gestos.
La narración con libro permite flexibilidad; ya que cuentas o narras la historia con tus palabras, mostrando imágenes y pudiendo dejar el tema principal para centrarnos en aspectos que les interesen.

3º.    Emisor: aunque el emisor real, seria el propio autor,  además de la persona que en ese momento lo lee; para los niños también es emisor, el protagonista del cuento con el que se sienten identificados.

4º.    Tema: el cuento por regla general tiene un tema principal y luego algunos secundarios, que no son tan importantes pero también se ven la historia. Lo importante es que los temas estén adecuados a la psicología del niño y este sea capaz de entenderlos.

5º.      Estructura: Puede ser de dos tipos en infantil, para que un niño sea capaz de entenderla bien: estructura básica: que se compone de planteamiento, nudo y desenlace; o estructura acumulativa. En una de las tres partes se observa esa acumulación.
6º.      Espacio y tiempo: lo analizamos de manera conjunta aunque se puede separar. Hace referencia donde esta situado, lugar y espacio; y en que momento sucede, tiempo.

7º.      Ilustraciones: hay que tener en cuenta si son claras y ayudan al niño a seguir la historia aunque no sepa leer. Un buen libro es el que tiene las ilustraciones bien secuenciadas y hacen que el niño siga la historia cuando ya se lo has contado. Además podemos hacer matiz en si las ilustraciones son estereotipadas o realistas. Hay que pensar si no lo van a entender o les va a llevar a confusión.

8º.      Lenguaje: debe ser sencillo, con frases cortas y poca subordinación.

9º.      Valores y contravalores: un buen libro es aquel que si comienza con una actitud negativa, antes de terminar lo haya transformado a una actitud positiva; o si comienza con actitud positiva acabe igual.

Por último vamos a hablar de la poesía de autor infantil. Desde los años 90, han tenido expansión los textos literarios de autor. La poesía y teatro de autor tiene menos influencia y desarrollo que la narrativa.
En el siglo XX, se utiliza muchísimo en la escuela pero sin que se buscaran aspectos como el gusto del niño o su evolución psicológica. Los temas mas comunes eran animales, romances, prejuicios, actitudes…temas de interés para los padres y los maestros.
El tema religioso y “el niño y su madre” son los mas extendidos, aunque hay otros como las flores y plantas, al épica, los objetos domésticos, las actitudes…
Después de la post-guerra, una mujer escribió libros poéticos de amor para mujeres y adultos con acentos incluso eróticos. El problema es que a penas se vende y se lee en España poesía, aun siendo el género más literario. Pensó que no se educaba a los niños desde pequeños a leer poesía, que no es para entender sino para sentir. La escritora,  es Gloria Fuertes.
Ella estudio mucho sobre la poesía y creó poesías con el común: el absurdo, aunque también con juegos de palabras.
Fue una escritora que realizo muchas obras por lo que en su repertorio, al igual que muchos, tiene obras muy buenas y otras peores.
Gloria Fuertes cambió el contenido y la forma, introduciendo el absurdo en sus obras, que no tienen éxito en España.
Por lo tanto en cuanto al teatro de autor infantil, hay que decir que es casi inexistente. No se editan libros de poesía para niños, pero si se editan libros para maestros con sugerencias de teatro.



1 comentario: